El próximo domingo 14 de enero, la reina Margarita II de Dinamarca abdicará a la corona. En el mismo acto, su primogénito pasará a encabezar la monarquía danesa al convertirse en el rey Federico X. De este modo se pondrá punto final a un reinado que comenzó 52 años atrás y que incluyó en la Familia Real a un personaje singular, que con sus insólitas acciones le puso un condimento de incorrección a la dinastía real más longeva de Europa y tradicionalmente ajena a cualquier tipo de escándalos. Se trata de Enrique de Dinamarca, marido de Margarita y padre de Federico, el príncipe consorte que hasta poco antes de su muerte soñaba con ser rey y no tenía temor de exigirlo... aunque pusiera en apuros a la propia reina.